8.10.11

Diciembre de 2006

Capítulo 6: Sorpresa

Soy bastante aficionado al cine, más que nada al cine independiente. Me gusta ver películas que nadie conoce por dos razones; primero, las considero mucho mejores que las súper-producciones que atraen millones a los cines, y segundo, porque la gente que las hace -a veces muy poca gente-, y con el mínimo presupuesto del que dispone, hace obras maravillosas que nunca tienen el reconocimiento merecido.
- ¡Elegí una entonces! -con una gran sonrisa de felicidad, como si fuéramos nenes hablando de figuritas-.
- Mejor elegí vos, no conozco ninguna de las que están dando.
"Algunos días de Septiembre" se llamaba la primera película en la cartelera. Por la foto y el título, parecía ser de esas películas de drama que nunca terminan. Era una de esas noches que se ven una vez cada año, tan hermosa y tranquila. Y yo, bueno... por ver una película mala, acompañado por la ex-pareja de un gran amigo, en cuyos ojos miel todavía sigo perdido, con el constante miedo de meter la pata, y la culpa de que nuestra salida de tres se haya transformado en una salida de dos.
Mientras ella compraba las entradas, miraba hacia atrás y sonreía. Es una buena señal, por lo menos no me mira con cara de asco. Me sentía un poco menos nervioso, nos estábamos empezando a llevar mejor, a conocer más. Al mismo tiempo, me sentía más presionado que antes, después le vería de nuevo la cara a Arellano, y tendría que dar muchas explicaciones.
- ¡Dale, vamos! -me agarra del brazo y me lleva. Ni cuenta me di que ya tenía las entradas, estaba muy ocupado pensando en qué decirle después al otro-.
Entramos a la sala tomados del brazo, no sé qué significaba justo en este momento, que realmente era el primer día en mi vida que la veía. No importa, dejemos que todo siga así de bien.
Me voy a saltear la parte que sigue, pero no pasó nada interesante, solamente que me agarró del brazo, apoyó su cabeza sobre mi hombro, casi como si fuéramos una pareja. En cuanto a la película, cumplió con mis expectativas, fue demasiado mala, aunque he visto peores. Pero por lo menos, pasé un rato más con ella.
Se hizo la hora de despedirse. Salimos del cine y estaba lloviendo fuertemente. Es sólo una manera de decir, en realidad el cielo se caia a pedazos.
- Te ofrecería llevarte a tu casa, pero mi auto está en Capital -no había tenido tiempo antes para dármelas de caballero-.
- No vivo muy lejos de acá. Además, no me importa mojarme, pasé una noche maravillosa con vos -¿realmente dijo eso, o me lo estoy imaginando?-. Queda en vos decidir si nos volvemos a ver, aunque ya sabés lo que me gustaría a mí -sigue con su sonrisa pícara-.
Aún seguía pensando en que tuvo una noche maravillosa, que no me di cuenta cuando me besó. No me pregunten, no recuerdo cuánto duró. Lo único que sé, es que existió de verdad.
La veia irse, todavía conmocionado. Me quedé parado en el medio de la vereda, mirando como el viento hacía volar su pelo, hasta que se fundió en la noche.

No hay comentarios: